Hablemos de los orígenes del striptease, porque aunque creamos que muchas de las cosas que conocemos tienen su origen en las últimas décadas, puede que los datos reales nos sorprendan. Y es que las primeras informaciones sobre un estrípers datan….agárrate…del siglo III a.C.
En el nuevo testamento también se habla de la princesa Salomé y su danza de los siete velos, que realizó frente a Herodes y que terminó por alguna razón con la cabeza de San Juan Bautista sobre una bandeja (¿Era necesario este último dato? No. ¿Nos hemos imaginado la cabeza de un señor en una bandeja de plata? Si. Nos vale.) Siendo la “hija de Herodías” un referente histórico para el arte de las strippers, aunque pasarían muchos años hasta que este espectáculo se hiciera realmente popular.
Tu dejándote la vida en la pista haciendo twerk y resulta que una señora bailando con velos ya era más sexy que tu en el III a.C. Igual te iría mejor como Salomé que como Beyoncé, sólo es una sugerencia.
El primer striptease en el contexto de un espectáculo de entretenimiento se desarrolló en el famoso Moulin Rouge en 1893, aunque no bajo el concepto striptease, si no utilizando el término francés effeuillage. La artista hizo una actuación en la que simulaba que una pulga le iba picando por todo el cuerpo y bailaba quitándose la ropa paulatinamente para librarse de ella.
Aunque no podemos negar su originalidad, tenemos que reconocer que algunos han perfeccionado la técnica de excusas surrealistas para desnudarse. Y sin ninguna base artística…por desgracia para el espectador.
Cuando te pica la medusa del amor y tienes que quitarte la camisa con urgencia.
Esta chica fue multada con 100 francos por realizar acciones “impropias” en un lugar público y no fue este el único movimiento en contra de las strippers parisinas; la policía realizó una redada para frenar un striptease en el que la protagonista iba vestida de Cleopatra. Estas intervenciones por parte de las autoridades se tradujeron en manifestaciones de la población para destacar la importancia de la libertad de expresión de las artistas y el estriptis acabó siendo un habitual en la programación tanto del Moulin Rouge como de otros espacios ampliamente conocidos como el café parisino “El diván japonés”.
¡Libres domingos y domingas! Perdón, la referencia a los Simpson era necesaria en este punto.
Trasladándonos al otro lado del charco, algunos historiadores marcan la irrupción del striptease en el “Nuevo Continente” incluso antes que en París, concretamente en el año 1861 en la zona de Nueva Orleans. Aunque estos datos no están muy claros, lo cierto es que Estados Unidos fue uno de los países donde el striptease se encontraría más consolidado, teniendo su propio espacio en el Teatro Columbia de Broadway a principios del siglo XX, con la aparición en los años 20 de artistas de gran popularidad como Gipsy Rose Lee.
Como vemos el striptease va más allá de un simple “quitarse la ropa con gracia”, es una expresión artística con un largo recorrido y que ha ido evolucionando a lo largo de siglos de práctica tanto de Boys como de Strippers.