Numerosas personalidades del panorama internacional han conseguido reconocimiento con estilos muy depurados, combinados con actuaciones basadas en el arte del striptease.
Esto ha sido así desde hace décadas, con claros ejemplos como Joséphine Baker, una artista multidisciplinar con origen norteamericano y ciudadanía francesa, que se movía entre el baile, la actuación y el espectáculo vedette indistintamente. Joséphine fue reconocida por actuaciones como el “danse sauvage” que realizaba con el pecho descubierto y pronto se convirtió en un personaje clave para la alta burguesía francesa, por su arrolladora personalidad y su compromiso social.
También pueden venírsenos a la mente personajes como Mata Hari, que se ha posicionado como parte del imaginario colectivo, y que fue una espía con una gran fama que convirtió sus habilidades en danza india y oriental en su arma más poderosa.
Cuando escuchas que Mata Hari era capaz de bailar y cometer crímenes al mismo tiempo, y tu no eres capaz ni de matar una mosca.
Si nos trasladamos a la actualidad encontramos una figura de culto en muchos aspectos culturales, esa no es otra que Dita Von Teese, a la que muchos llaman la auténtica reina del “burlesque” de nuestros tiempos. Esta bailarina, stripper y modelo es además dueña de su propia línea de lencería; y cuenta con una legión de fans de casi 2 millones y medio de seguidores en sus redes sociales que siguen de cerca todo su trabajo.
Basado en un estilo pin-up que toma como referencia la edad de oro hollywoodiense y a mujeres como Marlene Dietrich y Matilyn Monroe, Dita Von Tesse cuenta en sus entrevistas que acabó dedicándose al striptease porque no quería ser como todo el mundo.
La vida nos demuestra que no todos podemos ser influencers.
El debut de Dita, que por aquel entonces utilizaba su nombre original Heather, fue a la temprana edad de 19 años en un club donde acabó ganándose al público con un estilo personal, sensual y glamuroso con stripteases lentos e insinuantes.
Más tarde tuvo la tremenda oportunidad de ser contratada por la revista Playboy, y es ahí donde comienza su camino al estrellato como Dita Von Teese, ya que este seudónimo no fue más que un error al reflejar su nombre en un contrato y que la acabaría acompañando durante toda su carrera.
Esto nos parece un ataque directo contra la infancia de la mitad de la población.
Sus actuaciones son inolvidables y su estilo de hacer striptease se considera único, con performances que han servido de inspiración incluso para películas reconocidas. Cuenta con números de gran calado en los que usa como atrezzo una bañera junto con un abanico de plumas o incluso una enorme copa de Martini.
Además de inspirar actuaciones en conocidas películas de Hollywood, ella también ha realizado incursiones en el mundo del cine tanto en películas eróticas en sus inicios como en cintas de diferentes directores a lo largo de su carrera como es el caso de “San Francisco”, “Room Boom Boom” o “Romancing Sara and Matter of Trust”
Habiendo cumplido 46 años Dita Von Teese continúa en activo, a pesar de que en sus inicios creía que su carrera como stripper finalizaría mucho antes, afirma que continuará actuando mientras el público reclame sus números.